martes, 8 de mayo de 2018

MÓNICA TAPIA ESPINOZA


EN ESTE AMANECER DE VIEJOS.

¡¡Qué bueno que respiras!!
que me miran tus ojillos reídores.
inundados de malicia!
Te miraba dormir, embelesada:
todavía tán lindo, a los noventa!
-acaso más, que cuando te encontré por Internet-.

Entonces eras, un guapo divorciado,
un abejorro voraz buscando miel,
el galán.
No sabía más de tí
y nada más había que saber.
.....¡Y yo estaba tán distante de tu vida
de tus formas, de tu hacer,
ya era la vieja chamana de los cerros,
ensoñada al sur y a su mágica folía,
en un puerto, entre sus barcos,
que emmielada cantaba y escribía,
que marchaba entre las calles a ritmo de tambores....
¡Ni soñaba que iba a enamorarme,
que llegabas a instalarte en mis canciones!
Para eso tuviste que buscarme
y ganarme siendo aguja en un pajar,
desplegar todas tus letras y todos tus colores,
horadarme en dos minutos de palabras...
y ya supe que eras tú! ¡Quién más!!
¡Ya encendido! una pira inflamada desde el cielo,
mi Quijote, voz en cuello,
ya anclado aquí, en mi mar...
porque pude olerte, respirarte,
sentirte en el torrente de mi sangre,
en el hambre que efluviaba tu mirar!
Y ya temblada mi sólida estructura,
movida toda nuestra férrea cuadratura,
ya estuve, en unas cuantas horas
rendida, desnuda,
embriagada de placer, volando alto,
contigo subyugado,
abandonados a la gloria del abrazo,
a mi regazo ajeno de cordura
subidos a la delicia pura,
mientras yo me perdía para siempre
entre tus manos esculpidas de alabastro!!

.....estas mismas manos, que yo beso esta mañana
con la unción con que se besa lo sagrado,
estas mismas manos, más delgadas,
tán delgadas que parecen transparentes,
siempre aladas, de fiesta por mi cuerpo.
¡Estos cuerpos que se mueven despacito,
guardando un equilibrio
que nos salve de rompernos,
que nos deje poseernos
otro día, otro minuto, otro soneto!
¡¡Y qué bueno que no hay que levantarse
a correr por las citas de esas agendas gruesas
que nos subía a aviones,
a pasajes apurados de maletas,
repartidos a cantar por el planeta
y de paso, donde fuera, reencontrarnos!
para amarnos,
embebidos, locos de contento,
enhilados en un eterno beso,
en un solo sentimiento,
con la prisa ahogada que nos daba
el miedo de perdernos,
de no ver
como al fin pudimos detenernos
a vivir
este gozo inmensurable de tenernos!!

Hoy somos los viejitos, los del cerro
los poetas, los amantes, las reliquias,
los que tienen de amigos a otros viejecitos
y en el entrecejo la mirada brillante,
vibrante, apasionada!
¡Y aún te abriga mi cuerpo y mis dos alas,
aún te canto bajito, enamorada,
aún me toca la emoción de tu mirada,
aún me amas!.. en viva llamarada!
¡Hoy somos el milagro
nacido de un amor "de lejos"!
¡Que difícil fué ganarle a la distancia
este bello amanecer de viejos!!

de vuestra MONICA MARES / monica tapia espinoza.