viernes, 29 de junio de 2018

NATALIA FIGUEROA






Kokkari
Pudimos ser felices tú y yo y tus hermanos
en Kokkari. Hablando lo justo para decir
reposemos, qué bien te ves,
este es el pescado más grande que han traído
la mesa está servida.
Abrir la miel, el yogurt
llevarles comida al barco
atender nuestro pequeño hotel.
Ser felices mirando las naves
pasar bajo la estatua del Maestro
bajar como él las escuadras
apuntar a lo desconocido.
Despedirnos de alguien que se despide
sin querer decir adiós
dejar que las palabras se abran
como el papel donde anotamos el nombre
la primera vez.
Pasear por Manolates, cenar en Vurgeotes
rendirme a tu nostalgia y torpeza
a la firmeza de Manolios
y a la exquisita lentitud de Giorgo
dominando mi cuerpo, nuestra hermandad.


Tener una vida larga, sin grandes lujos
sin complicaciones.




Llovizna
Se va el joven que llegó de la Montaña del Sur.
A veces recibe visitas.
Vienen a conocer al hombre que escribió
de la sencillez
de la ternura del pueblo
ante el avance del capitalista.
Lo hacía con inteligencia y sarcasmo.
“Entonces –pensó– mi corazón no tenía serenidad”.



Asciende vapor debido a la lluvia suave
Difumina el paisaje
Mientras el viejo escritor
eleva una plegaria
de despedida al espíritu del viajero.




Primavera
Tom y Marie viajan por el mundo en busca de orquídeas.
Hablan de la inteligencia de estas flores
de los aceites y perfumes que producen para atraer insectos.
Capaces de engañar a las moscas
soltando olor de cadáver
y de atraer a las abejas con fragancias idénticas a las de sus hembras
imitan su forma, color y textura:
la abeja intenta aparearse con ellas
entra en contacto con la antera
llevará los polineos de una flor a otra
en sucesivos intentos coitales.

– Cada flor produce un aroma levemente distinto
– Tienen como nosotros diferentes rostros.
– Supongo que las cultivan en casa.
– No, son flores delicadas
nuestro país es frío.

Hemos llegado a la isla.
Entre las piedras montones de orquídeas
aparecen, se marchitan
La formación de individuos nuevos está asegurada:
las abejas andan como locas
el polen se ve en el aire
hacia el sol se orientan las flores.

Sí, es difícil convertirse en la tierra, la roca y el aire
necesarios para cultivar esta flor.
Hay que inhibir el impulso de regarlas
entender que la humedad no es lo mismo que el agua
disponerla para que reciba en la mañana el sol
y si en las noches de primavera baja la temperatura
cubrirla con papel de diario.
Hay que saber qué necesita
sólo tocándola
pero sobre todo
hay que estar dispuesto a dejarla
a sacársela de la mente
para que pueda florecer.

No es fácil cultivar una orquídea
aprender a darle vida a una planta
que recién al tercer año dará la flor.
El exceso de cuidado la arruina.
Pero si pese a todo
se está dispuesto
a olvidar lo que ya se sabe de jardinería
tal vez sea posible estar ahí
la mañana en que con el sol
se levantarán sus pétalos
Asistir a la vibración final
ese ajuste liberado en el aire.

No es fácil cultivar una orquídea

Espero en mí, en ti ese momento
Como Tom y Marie
cada primavera.


http://dosdisparos.com/2014/12/12/una-mujer-sola-siempre-llama-la-atencion-en-un-pueblo-por-natalia-figueroa/


jueves, 28 de junio de 2018

DELIA DOMÍNGUEZ




ROPA LIMPIA

Un día
uno sale a encontrar la muerte,
sin equipaje,
sin muda para la otra semana
con la única camiseta blanca
que quedaba
del tiempo de colegio.
Un día
uno se apura como malo de la cabeza,
como si tuviera que llegar
a todos los trenes
y saludar a medio mundo.
Un día
uno no sabe quién diablos
tendrá suficiente amor entre las manos
para arreglarle
esos asuntos particulares
que siempre quedan flotando
después de la catástrofe,
o quién diablos
va a cerrarle los cajones del velador
con las fotografías secretas
de esa edad
en que la musculatura orgullosa y dorada
era toda la potencia con que contábamos
para vivir.
Un día
uno no vuelve más
por ropa limpia.


HUEVO DE GALLINA SOLTERA

O sea, pura clara,                 imitación de huevo completo,
huevo de utilería que nunca va a cuajar
sin pasión ni calentura de nido                   nunca.

Huevo de culebrón según la enciclopedia del campo,
desvanecido de alma                    mostrenco
huevo de entierro y luto


fin de huevo.
EL SOL MIRA PARA ATRÁS

En el cielo

El sol mira para atrás

Porque tiene que llamar agua,

Y tú conoces las señales

Los sagrados olores de la tierra

Y empiezas a lustras tus botas

La escopeta del 16

Que el abuelo colgó en el comedor

En este otoño de su muerte.

Y en el morral huequeado por antiguos

Reventones de pólvora,

Hay un juego de naipes gastados

Como esa risa que fuimos perdiendo

Cuando nos vendaron los sueños

Para que creciéramos

Más tranquilos, más ciegos,

Y no preguntáramos

Por qué el sol miraba para atrás

Desde el umbral sonoro de la lluvia,

O por qué los que amábamos

No volvieron jamás

Para justificar su eternidad

A nuestro lado,

Y tú

Y yo

Tuvimos que ir guardando las sillas vacías

Pasando llave

En el óxido de las chapas antiguas

Pasándonos una costura en la boca

Para quedarnos

Con las palabras estrictamente necesarias

A nuestro sencillo amor.

El sol mira para atrás

Porque tiene que llamar agua

Y se ilumina la copa de los manzanos

Y nos entra un frío por las rodillas

Avisándonos la primera señal.


ESTA ES LA CASA

Esta es la casa
aquí la tienes con la puerta abierta
Aquí vivo
conjurada por la noche de campo
y los mugidos de las vacas
que van a parir a la salida del invierno.
Entra en las piezas de sentimiento antiguo
con manzanas reinetas
y cueros claveteados en el piso.
Esta es la casa para ser como somos,
para contar las velas de cumpleaños
y las otras también,
para colgar la ropa y la tristeza
que jamás entregaremos a la luz.
Este es el clima, niebla y borrasca,
sol partido entre los hielos
pero encima de todo:
un evangelio duro
una pasión sin vuelta
una carta de agua para la eternidad.
Esta es la zona: Km. 14, Santa Amelia,
virando hacia el oeste,
con todas las jugadas de la vida
y todas las jugadas de la muerte.
Esta es la casa raspada por los vientos
donde culebreaban los inviernos
de pared a pared
de hijo a hijo
cuando nos aliviábamos con ladrillos caldeados
para aprender las sagradas escrituras
que la profesora de la Escuela Catorce
sacaba de un armario
o de los dibujos de un pañuelo.
Esta es la fibra fiel de la madera
donde calladamente me criaron
entre colonos y mujeres
que regresaron a su greda.
Aquí vivo con la puerta abierta
y este amor
que no sirve para canciones ni para libros,
con mi alianza sin ruido a Santa Amelia
donde puedes hallarme a toda hora
entre las herramientas y la tierra.

http://diarioinca.com/poema-ropa-limpia-delia-dominguez

http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3350.html

viernes, 15 de junio de 2018

RAYEN ARAYA

 
        


“Cualquier día de estos
voy a encontrarte desprevenido
debajo de tu cama
llorando como un niñito impúber con eyaculación precoz
o quizás
comprando libros de nietzsche,
"así hablo zaratustra o la genealogía de la moral"
con la mastercard de tu mamá
(la actuaria del tribunal)
cualquier día de estos
te encuentro recitando
en un festival de poesucia internacional
leyendo poesía linda y olorosa
para niños cuicos con el poto cocido
cualquier día de estos
me lanzo sobre ti
con el zarpazo de la bestia
que habita en mi lengua aristocráticamente sucia
y dejarás la seguridad, la suavidad y el calor de tu mujer
por el odio de mi zorra peluda, sangrienta y lacerante”




Mi padre se murió,
yo lo maté
hace rato
eso
porque nunca le compré
la pescá nihilista
que los valores son relativos y la gueá
comentario intelectualoide de peña
que soy anarquista al peo y qué
porque me da paja compartir.
Mi padre se murió
yo lo maté
lo descuarticé y tiré sus restos
por los cuatros puntos cardinales,
para que nunca se volvieran a juntar,
porque nunca le compré la pescá nihilista
que todo es relativo y la gueá
"que si fuí rebelde sí, pero cuando era pobre, po"
y ahora que estoy viejo y cagao,
me tomo dos copas de vino,
escucho sol y lluvia en un cassette rayao
le digo a mis amigos que soy de izquierda
y me pongo a llorar como pobre agueonao
... Mi padre se murió
yo lo maté...

http://www.poesias.cl/que_es_poesucia.htm


miércoles, 13 de junio de 2018

DAMARIS CALDERÓN



SIN PARACAIDAS



De abismo en abismo

desprendiéndome de todo lo minúsculo

desconocida como la palma de mi mano

en el cielo de Quito vi la gran fiebre

la gran res pastando

la gran res luminosa que nadie puede tocar

la manada el piñón de palabras saltando

las venas indígenas azules

      ruido

            ecuatorial

el centro del mundo

un órgano

una música feroz

un  plato de tripas calientes

la catedral del oro

el hambre del oro

la devoción del oro

la miseria del oro

la acuarela violenta de Quito

las calles que suben al cielo de Quito

el empedrado

que baja a la boca del infierno.

El cielo la página de Quito

el poema hecho de la saliva espesa de la noche

noche de fiebre y de objetos de apariencias de nombres

que cambian de sitio.

Antes estuve acá ahora allá cortada

por el espejo el reflejo ecuatorial

cargando en mulas mis antepasados

una recua de mulas

abuelo va cortando el aire con un cuchillo

el aire a cuentagotas se deja apenas respirar

subiendo a la tierra bajando al cielo

echando sangre de narices

estallando como un bumeran o como un boeing

volando sobre la sábana sobre la frazada de alpaca

empalada por dos indios amarrados los ojos

en el delirio de la fiebre del plátano.

La fiebre que envidian los que no llegan al centro del mundo

al centro del ombligo

al centro del hambre

al centro del hombre

a la mitad del miedo.

Las islas esparcidas como cuentas

como ojos arrancados relumbrando

platería joyas sombreros bisutería

el museo del hombre

costa de Guayaquil

hecha a los peces a los guacamayos

a la alegría de la camisa de fuerza del turista multicolor

       Cuenca

atravesada por los cuatros ríos

el dolor de los techos de tejas y el sonido de las goteras de la lluvia

el balido del ovillo de lana

el balido de la oveja antes de ser carneada

SE ASAN CABRITOS

SE ASAN CHANCHOS

SE ASAN CUYES FRESCOS AL HORNO

   AQUÍ

Las calles empinadas

Las catedrales las iglesias la devoción

La flema la flama el escupitajo la sangre de narices

Los angelitos negros

( a la virgen le cortaron las tetas).

Las palabras palpitando como animales temblorosos en cuatro patas

el crepúsculo rojo sangriento

      una víscera humeante

Las palabras atravesadas por la taquicardia

el cielonegroaplastante asfixiante de Quito

el vientre     la gran res

la medida de mi muerte y sus ojos novillos.

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OSCURO



            Todo debe ser demasiado.

            El dolor de la palabra dolor

            arrastrando el peso de sus coyunturas

            el dolor  inarticulado

            el dolor de las articulaciones  las vejaciones

            de las prisiones las cárceles de aire

            el dolor que embota  amputa  anestesia

            el dolor que debe doler

            las luces crueles de las linternas crueles

            como guiños de ojos

            crueles que no veremos más

            la aguja entrando en la carne

            el manotazo de la noche

            el zarpazo   el lanzazo de la noche

            los lanzas

            el alcohol de la noche

            el océano de la noche

            el destilado del sol los borrachitos

            el hueso el osobuco el costillar la costilla humana

            la borrachera la tarantela la vida sin herrar.





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PARA CERRAR LOS OJOS



Toda mi vida soñé con los caballos.

Ser un caballo.

Astas de viento.

Ancas de viento.

El vigor de los jóvenes potros.



Ahora que voy a morir

déjame ver los caballos otra vez.



Cuando la lengua se deshace

sin palabras ni tierra que pronunciar.

Cuando la espuma deja a mis pies

un cerco efímero

Y todo es borrado por las aguas

barrido por la niebla

déjame ver los caballos otra vez.



Una carrera.

Otra carrera.

Ninguna carrera.

Cuando el manzano es la memoria del manzano

            su cáscara.

Déjame ver los caballos otra vez.

Puro vigor.

Puro deseo animal.

El macho monta a la hembra.

Muerde el pelaje.

Dobla las patas.

La penetra.

Escucho el relincho.

Tiemblo más que la hierba húmeda.

Vencida.

Despojada del hábito de ser humanos

déjame ver los caballos otra vez.






DAMARIS CALDERÓN, La Habana, Cuba, 1967. Poeta, narradora y ensayista. Licenciada en Letras por la Universidad de La Habana. Magíster por la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), Santiago de Chile.

  Ha publicado los poemarios: "Con el terror del equilibrista", Edic. Matanzas, Cuba, "Duras aguas del trópico", Edic. Matanzas, Cuba, "Se adivina un país"Edic. UNEAC, La Habana, Cuba, "Guijarros"1ra Edición "El Túnel", La Habana, Cuba, 2da Edic. RIL Ediciones, 1997, Santiago de Chile, "Duro de roer", Edic. Las Dos Fridas, Santiago de Chile, (2da. Edición, Ediciones Unión, La Habana, Cuba),"Babosas: dejando mi propio rastro",Edic. Las Dos Fridas, Santiago de Chile,"Sílabas. Ecce Homo"(1ra Edic. Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 2da Edic. Editorial Letras Cubanas, La Habana, Cuba) , "Parloteo de Sombra", Edic. Vigía, Matanzas, Cuba y "Los amores del mal", El billar de Lucrecia, México, 2006.

  Poemas suyos aparecen incluidos en diversas antologías sobre poesía cubana y latinoamericana actual. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, al holandés, al portugués, al francés y al servo-croata. Obtuvo varios premios nacionales dentro de Cuba, entre ellos, el premio de poesía de la revista Revolución y Cultura, Premio el Joven Poeta y el premio Ismaelillo de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

  En 1999 obtiene el premio de poesía del diario El Mercurio, Santiago de Chile.

  Ha obtenido dos veces la beca de Creación del Fondo del libro y la lectura, en Santiago de Chile.



http://www.crearensalamanca.com/diez-poemas-de-la-cubana-damaris-calderon-pinturas-de-carol-nelson/



martes, 12 de junio de 2018

PRISCILLA CAJALES




Panorámica III



No éramos los más bellos

sí lo más felices y valientes



arrojados a lo intempestivo

de una muerte tan prematura

como la certeza del fin



En ese entonces poco importaban los años

la borrachera

la pobreza



Buscábamos chequeras abandonadas

en el supermercado

cerca de la casa de tu amigo



Tu y yo, finita pero inmensamente

desde un universo en el que yo no existía

y en el que tu vida se estaba destruyendo

justo así

como para mi tenia que ser: tan dolorosamente soportable



Entonces recorríamos las calles haciendo el amor en todas sus formas

nada

ni el más cruel de los fríos podrían detenernos en ese tiempo



Ni la vergüenza, ni la mentira, ni el sufrimiento más cruel



Pero la belleza, la poca belleza que poseíamos en ese entonces

y tu fuerza

toda tú horrorosa fuerza



no fue suficiente



La valentía se acabó con el tiempo y vino el miedo

el frio

y el más completo de los silencios.











LORCA

Lorca es un muchacho ciego que trabaja en una fábrica de plásticos en Av. Matta

Lorca tenía las manos verdaderamente sucias

Lorca no sabía que una mosca estaba todo el tiempo parada sobre su cabeza

La mosca está atrapada por el pelo de Lorca, la mosca está pegada a este chico

como yo

que aprovecho el movimiento

para acercarme a el y su overol

y leer donde dice su nombre: Lorca

Acercarme para olerlo, bien debajo de la axila

donde los delgados bellos disfrutan de la humedad del cuerpo de Lorca

este ciego con vista al piso, este ciego de 25 años

bello

como los chicos de santa rosa de recorrido hasta el paradero 6 de esta calle tan larga

él no se baja nunca

este recorrido a casa termina

cuando la calle pierde su nombre.


  

http://letras.mysite.com/pe070610.html


Priscilla Cajales

Nace en Santiago de Chile en 1984, actualmente es estudiante de Literatura Hispanoamericana en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile. Ha participado en diversas lecturas poéticas en las ciudades de Santiago y Valparaíso. Becada por la fundación Pablo Neruda y participante del taller de dicha fundación durante el año 2006. Invitada al primer encuentro de mujeres del Cono Sur, en la ciudad de Coquimbo, Chile 2006. Antologada en "Mujeres al desnudo" editorial Génesis 2005, y en "Con Rimel" editorial La Calabaza del diablo, 2006. El año 2009 es Invitada a la feria nacional del libro versión Viña del mar, mismo año en que participa del encuentro En busca de las artes jóvenes latinoamericanas, Encuentro cultural REDNEL – Sede Bogotá, Colombia, país invitado: Chile. Actualmente prepara su primer libro: CERO.